La literatura clásica de Sri Lanka está definida por las obras de carácter religioso y las crónicas históricas. Entre las primeras tienen especial importancia los Jatakas, o relatos de las existencias anteriores de Buda, sobre los que se ha construido un vasto edificio de literatura oral popular. Se dice que el Buda histórico Gautama se reencarnó más de 500 veces antes de experimentar esa su existencia terrenal. En cada una de esas reencarnaciones fue adquiriendo cierta perfección espiritual, eso hace que los jatakas sean narraciones educativas dentro del contexto budista.

Entre los crónicas históricas, hay dos grandes obras que nos proporcionan amplia información sobre la antigua sociedad cingalesa y los acontecimientos más importantes en los tiempos en los que Anuradhapura y Polonnaruva fueron capitales. Son el Mahawamsa y el Dipawansa, ambos traducidos al inglés.

El Mahavamsa o «La Gran Crónica»  es la obra más importante de Sri Lanka. Está escrita en lengua pali y describe la vida y los tiempos de la reyes que forjaron el país, abarcando desde la llegada de Vijaya en 543 A.C. hasta el reinado del Rey Mahasena (334 – 361), casi ocho siglos. Dicen que es la crónica más extensa del mundo. El libro se puede leer, en inglés en www.mahavamsa.org

El Dipawansa, se escribió en el siglo IV, y se cree que fue una de las principales fuentes utilizadas por el autor del Mahavamsa.

La influencia cultural de la India se manifiesta en la difusión que el Ramayana ha temido en Sri Lanka, una influencia amplificada por el hecho de que el protagonista, el príncipe Rama, viaja a Sri Lanka para salvar a la princesa Sita.

Entre las notas grabadas en cuevas y rocas cercanas a los asentamientos budistas hay un gran corpus de inscripciones. Algunas de ellas, especialmente las encontradas en Sigiriya, tienen un alto contenido poético y están consideradas como las primeras manifestaciones literarias de la isla.

Estas obras históricas y religiosas han vertebrado la cultura tradicional de Sri Lanka, hasta la llegada del siglo XX, cuando las influencias externas produjeron grandes transformaciones en numerosos aspectos de la vida cultural del país.

Hoy en día, Sri Lanka, con un 92% de alfabetización es el país más educado del sur de Asia. Su población es además una gran amante de los libros, y para la suerte del viajero con interés hay un buen número de obras literarias locales escritas directamente en inglés. Entre ellas, las más recomendables serían The Road from Elephant Pass de Nihal de Silva, es una historia de amor ambientada en los tiempos cuando los conflictos étnicos desgarraban el país, ya considerada un clásico moderno, que ganó el premio Gratiaen en 2003 a la creación literaria, y On Sal Mal Lane de Ru Freeman, que es una novela costumbrista bajo la trágica sombra de la guerra.

Kakyyan, the story of a Crow, de Elmo Jayawardena, ganadora también del premio Gratiaen, fue publicada en 2018. La narración de la autobiografía de un cuervo proporciona abundantes pretextos para reflexionar sobre algunos aspectos de la sociedad humana.

En The Jam Fruit Tree Carl Muller muestra una vision divertida de la vida de la población blanca en Sri Lanka. Cinnamon Gardens, de Shyam Selvadurai, se desarrolla en un tiempo más próximo, las primeras décadas del siglo XX.

Ashok Ferrey, por su parte, es el autor de dos bellas colecciones de cuentos: The Good Little Ceylonese Girl, Colpetty People o Serendipity.

En cualquier caso, no sería mala idea dejarse caer por una librería y pedir consejo al librero sobre las novedades locales. Y además los libros están increíblemente baratos en Sri Lanka.