Yuanmou es una de las ciudades más conocidas de Yunnan, pero una de las menos visitadas. Su fama le viene dada por haberse descubierto en sus afueras los restos más antiguos de un homínido conocidos hasta el momento, los del llamado Hombre de Yuanmou, que los expertos dicen vivió en estas tierras hace unos 1,7 millones de años.

En época mucho más reciente la ciudad fue un punto importante en el comercio entre Yunnan y Sichuan, parada imprescindible de todas las caravanas. Hoy es una ciudad tranquila, en la parte alta todavía cuenta con algunas casas antiguas, algunas de ellas incluso con originales terrazas de madera, pero entre ellas hay edificios de cualquier época y dista mucho de formar un entorno agradable para pasear.

Tiene un gran mercado, animado desde las 7:30 de la mañana, un moderno museo dedicado al Hombre de Yuanmou, y una docena de hoteles de distintas categorías. Lo más interesante, no obstante, se encuentra en las afueras: el famoso Bosque de Tierra (土林), a unos 30 km al norte de la ciudad y las casi desconocidas terrazas de Bailu (白路), a una distancia semejante hacia el este.

Bailu, en la carretera (no autopista) que se dirige a Wuding, es una capital comarcal perdida entre las montañas, alrededor de la que se encuentra un paisaje impresionante. Durante diez o veinte kilómetros la carretera discurre sobre la cima de una montaña. Dicha montaña, al igual que las que se encuentran al otro lado del valle, están casi completamente trabajadas en terrazas.

A diferencia de las más famosas de Yuanyang, en estas terrazas no se planta arroz sino verduras. Al no tener que inundarse no son tan espectaculares a la vista o fotografía, con el reflejo del sol en el agua, y además no son completamente planas, pues las verduras se pueden plantar con una cierta inclinación. Son sin embargo, de una belleza impresionante, y un lugar adecuado para un trekking solitario.

Bailu tiene mercado los domingos, cuando se da cita la gente de las minorías Yi, Miao y Lisu que habita estas montañas, aunque la mayor parte de ellos no van vestidos con los trajes étnicos.

El Bosque de Tierra es la principal atracción de Yuanmou, y basta por sí solo para recomendar la visita a esta ciudad. Formado a lo largo de los siglos por la erosión del viento y el agua, ha quedado un conjunto de rocas de formas caprichosas de difícil clasificación.

Para visitarlo hay un camino principal de unos 2 kilómetros, perfectamente empedrado y señalizado, desde el que surgen numerosas salidas y desviaciones, siempre perfectamente indicadas, para ver algunos de los lugares más espectaculares.

El parque natural se puede visitar bastante bien en dos horas, no habiendo por lo general casi gente. Cuenta con tres partes más o menos diferenciadas. En la primera, más cerca de la entrada, las rocas nos van presentando paisajes curiosos, llamativos, que sorprenden por las formas caprichosas que toma la naturaleza.

El camino va serpenteando entre las montañas esculpidas por el efecto de la erosión y el visitante se siente asistiendo a una exhibición de arte. A mitad de camino hay un centro de servicio con refrescos y aperitivos, y luego enseguida empieza una segunda parte en la que columnas majestuosas se alzan por todas partes.

Su belleza y grandiosidad hacen pensar que se encuentra uno en las ruinas de un palacio perdido, yo me sentí como paseando entre las ruinas de las ciudades abandonadas de Turfán, alguien al ver las fotos ha dicho que le recordaba a Petra, en Jordania. Pero es un paisaje grandioso y a un palacio sigue otro palacio, y de repente donde nos encontramos es entre las ruinas de una gran ciudad abandonada. Apenas recuperado el viajero de esta impresión el camino empieza a elevarse presentando paisajes siempre distintos pero que esta vez nos muestran el parque geológico en toda su extensión.

Una experiencia un tanto mística ante la grandeza de la naturaleza, reforzada por la práctica ausencia de turistas alrededor. Tras este clímax enseguida se llega a la salida. La visita se puede hacer tranquilamente en dos horas, pero a la puerta hay un hotel para el que necesite más tiempo y decida quedarse a dormir en las inmediaciones del parque.