Amarapura es una de las antiguas capitales de la dinastía Konbaung. Situada a solo 8 kilómetros de Mandalay, hoy en día casi una extensión de sus suburbios meridionales,  fue la capital de Myanmar durante dos breves periodos. El primero se inició en 1783, cuando el rey Bodawpaya eligió esta zona, famosa como lugar de instrucción budista, para establecer su capital tras abandonar Awa. La presencia real hizo que la ciudad creciera rápidamente y se cuenta que en 1810 tenía una población de 170.000 habitantes. Una gloria efímera pues un fuego asoló la ciudad y el rey Bagyidaw volvió a convertir a Inwa (Ava) en capital en 1821. El segundo periodo se inició en 1842, cuando el mismo Bagyidaw volvió a establecerse en Amarapura y terminó en 1857, cuando el rey Mindon se trasladó a Mandalay.

La antigua ciudad ahora está en ruinas. Entre ellas aún se pueden descubrir algunos restos del antiguo palacio, las cuatro pagodas construidas en las esquinas de una ciudad cuadrada, o las tumbas de los reyes Bagyidaw y Bodawpaya que fueron enterrados allí.

Situada a la orilla del lago Thaungthaman, su elemento más famoso es el puente U Bein, que con una longitud de 1,2 kilómetros es el puente de teca más largo del mundo. Su aspecto es impresionante. Además, al comunicar las dos orillas del lago, densamente pobladas, juega un papel importante en la vida cotidiana de la población local. Miles de personas cruzan este puente cada día para ir a sus trabajos o escuelas, otros tantos lo hacen para visitar alguno de los monasterios famosos situados en sus extremos, y ahora cada vez más turistas quieren también sentir bajo sus pies este famoso puente.

El nombre de U Bein se debe al nombre del alcalde de Amarapura que lo construyó, utilizando unos 1.000 pilares de teca desmantelados de las construcciones reales cuando el rey Mindon decidió utilizar el material de Amarapura para ahorrar costes en la construcción de la nueva capital en Mandalay.

Visto desde la orilla, el puente aparece magnífico, con su estructura reflejada en el lago, y la gente local atravesándolo en una y otra dirección. El puente se diseñó curvado para que resistiera mejor al viento y al agua. Sus columnas de teca se hunden en el lecho del lago, que en esa zona tiene unos dos metros de profundidad.   Sobre su superficie tiene cuatro pabellones de madera. en los que la gente se sienta a descansar o a tomar el fresco, y hay nueve tramos que se pueden elevar para permitir el paso de barcos grandes.

En las guías y agencias de turismo se recomienda visitar el puente para ver la puesta del sol, pero en algunas épocas del año, ese momento del día atrae a tantos extranjeros que el lugar pierde parte de su encanto tradicional. Sugiero en cambio llegar un poco antes de esa hora para poder explorar otros monumentos de Amarapura.

Antes de cruzar el puente se puede visitar el Monasterio Mahar Gandaryone. Es un lugar relativamente moderno, pues se estableció en el año 1914 y es uno de los más famosos centros de estudio contemplativo. Lo más llamativo es observar como los monjes se van reuniendo a lo largo de la carretera a las 11:00 de la mañana con el fin de disfrutar de su comida diaria.