El barrio de Rakuhoku está justo al norte del centro de Kioto y se ha considerado durante mucho tiempo un lugar de reunión de artistas y artesanos tradicionales. Es el hogar de fabulosos templos y calles arboladas llenas de pintorescas tiendas y cafés y de magníficas villas imperiales.

A pesar de estar situada a una escasa distancia de la ciudad, la zona de Rakuhoku permanece relativamente tranquila y es uno de los destinos favoritos para aquellos que viajan a Kioto en busca de la paz que siempre caracterizó sus templos y palacios.

De hecho, toda la zona fue hasta hace poco un lugar cubierto de campos de vegetales y arrozales. Y aunque todavía quedan algunos campos, la mayoría han sido reemplazados por edificios modernos.

Además, como no podía ser menos en la capital imperial, cuenta con algunos de los monumentos más interesantes de la ciudad. En concreto la Villa Imperial Shugakuin y los templos Enkoji y Shishendo

Villa Imperial Shugakuin.

La magnífica villa imperial está en la parte superior de este barrio. Fue construida en el siglo XVII por el emperador Gomizunoo. La Villa Imperial Shugakuin se compone de tres villas, cada una con su propio jardín. La villa permanece como era originalmente, rodeada de campos y arrozales.

Una pequeña casa de madera se encuentra en el lado sur del estanque de la villa. La cubierta de la casa tiene grandes vistas de la ciudad y las montañas de los alrededores.

Para acceder al jardín, hay que inscribirte en uno de los tours diarios programados de la Villa Imperial Shugakuin.

Templo Enkoji

Enkoji es una visita obligada por su follaje y sus jardines de otoño. Fundado por Tokugawa Ieyasu en 1600 como la Escuela Rakuyo, se ganó la reputación de ser una institución de mente abierta, que acogía a sacerdotes y plebeyos por igual. Más tarde se convirtió en un seminario para mujeres.

Este templo es conocido por su suikinkutsu, un adorno musical único en los jardines japoneses. Emite un sonido como de campana, añadiendo a la atmósfera pacífica. Enkoji también cuenta con un bosque de bambú y dos impresionantes jardines de rocas, uno de los cuales tiene el diseño de un dragón que corre. Hay una gran vista de las montañas de Kioto desde una pequeña colina detrás del templo.

Templo Shisendo

Shisendo significa «retiro del ermitaño», un nombre apropiado para un templo oculto en un barrio residencial. Una casa de retiro construida en 1641 por el erudito chino y arquitecto paisajista Ishikawa Jozan, es el hogar de 36 retratos de antiguos poetas chinos.

El kare-sansui, o jardín de paisaje seco, es especialmente atractivo cuando las azaleas florecen en primavera. Los arbustos florecientes en la arena representan islas en un mar y añaden al encanto del jardín.

Imagen Patrick Vierthaler via Flick