La diosa de la tierra (Mihi Ket) sostiene el mundo en uno de sus pulgares y cuando se cansa lo cambia al otro causando un terremoto. 

Los cuatro puntos cardinales están presididos por cuatro deidades guardianas (Hataravaran Deviyo).

Las olas del mar son tres en número que se suceden regularmente. La primera y más grande es la del hermano que se enamoró de su hermana y que, para conquistar su pasión impía, se suicidó saltando al mar. La siguiente es su madre, que saltó tras su hijo, y la última y más pequeña, es la propia hija. 

 El cielo en la antigüedad estaba muy cerca de la tierra y las estrellas servían de lámparas a la gente; una mujer que estaba barriendo su recinto se preocupó tanto por las nubes que le tocaban la espalda cuando se agachó para barrer que dio un golpe al cielo con su escoba diciendo «aléjate» (pala). El cielo avergonzado voló inmediatamente fuera del alcance del hombre. 

 El arco iris es el arco del dios Sakra (Devidunne) y presagia buen tiempo; cuando se acerca una calamidad, los Budures (rayos de Buda) aparecen en el cielo – «un fenómeno luminoso que consiste en bandas horizontales de luz que cruzan el cielo mientras el sol está en ascenso». El crepúsculo que se ve en las cimas de las colinas es el sol en el que las mujeres Rakshis secan su arroz. 

El rayo golpea las tumbas de los hombres crueles; el trueno induce a la concepción en los cocodrilos hembra y abre de golpe los huevos de los faisanes.  

Los niños cantan a la luna «Handahamy apatat bat kande ran tetiyak diyo». – (El Sr. Luna nos da un plato dorado para comer nuestro arroz). 

Cuando se observa la luna nueva por primera vez, es una suerte  inmediatamente después mirar el arroz, la leche o un beso de un pariente amable y bueno. 

Las manchas en la luna representan una liebre para significar al mundo el auto-sacrificio de Buda en una existencia previa. 

En cada año los doce días (Sankranti) en los que el sol se mueve de un signo del zodíaco a otro, se consideran de mala suerte. Hay veintisiete constelaciones (neket) que alcanzan el cenit a medianoche en días concretos de determinados meses; y su posición se determina por medio de un astrólogo antes de iniciar cualquier trabajo de importancia. 

 El sol, la luna y Bahu eran tres hijos de una madre viuda a la que dejaron en casa un día para asistir a una boda. Cuando regresaron, ella preguntó qué habían traído con ellos; el mayor contestó airadamente que no había traído nada, el segundo le tiró la antorcha que los había iluminado en el camino, pero el tercero pidió la olla de arroz de su madre y puso en ella unos cuantos granos de arroz, que había traído escondidos bajo sus uñas y que milagrosamente llenaron la vasija. La bendición de la madre convirtió al hijo menor en la agradable y fresca luna, mientras que sus maldiciones hicieron del segundo el sol ardiente y del mayor el demonio Rahu que trata de destruir a sus hermanos tragándoselos y provocando un Eclipse. 

Podemos ayudarte a organizar cualquier viaje a Sri Lanka. No dejes de contactarme.