Los bellos lagos de Nueva Zelanda

Desde que nuestro mundo se hace cada vez más pequeño Nueva Zelanda se ha convertido en uno de los destinos más deseados por los viajeros que buscan la naturaleza y los deportes de aventura. De hecho, con una escasas población de solo 5 millones de habitantes de los que más de un 20% vive en Auckland, su ciudad más importante, el país es un continuo parque natural, en el que abundan los territorios vírgenes, lagos, montañas y costas apenas perturbados por la mano del hombre, y especialmente en la Isla del Sur, donde solo vive el 23% de la población del país.

Cuando uno llega al aeropuerto de Auckland, o empieza a buscar información sobre el país, se siente literalmente sobrecogido por la variadísima oferta de turismo natural. Para intentar aclarar un poco este panorama, presentamos a los viajeros algunos de los lagos más bellos y espectaculares del país.

Situada en el Océano Pacífico, al sureste de Australia, Nueva Zelanda está formada por dos islas principales y es famosa por sus imponentes montañas y sus impresionantes paisajes naturales. Se calcula que hay cerca de 800 lagos en Nueva Zelanda, la mayoría de origen glaciar, que rodeados ahora por enormes montañas presentan una variedad de paisajes realmente increíble. Y además, gran parte del territorio de las islas es un parque nacional, especialmente en la Isla del Sur, donde casi toda la costa occidental a lo largo del mar de Tasmania está formada por cuatro parques nacionales que forman un territorio continuo de protección natural.

Lago Tekapo  (en la foto) es uno de los tres lagos paralelos que se extienden de norte a sur en la cuenca del Mackenzie, en la Isla Sur. El lago es alimentado desde el norte por el río Godley, que corre desde los Alpes del Sur. Es uno de los destinos turísticos más populares del país y cuenta con buena infraestructura turística en las ciudades cercanas. Situado a poco más de 100 kilómetros al oeste de Christchurch, es una de las más bellas excursiones desde esta ciudad. Destaca su costa rocosa y escarpada, y las majestuosas montañas nevadas como fondo.

Lago Wanaka. Situado en la región de Otago, en la Isla Sur, es una excelente opción para los viajeros que busquen los grandes espacios al aire libre lejos de las multitudes. Además, está cerca del Parque Nacional del Monte Aspiring, con paisajes impresionantes durante las 4 estaciones.

Lago Pukaki. Situado en la parte central de la Isla del Sur, es otro de los grandes lagos que bordean la cuenca del Mackenzie. El monte Cook es el pico más impresionante de los alrededores y está cubierto de nieve durante gran parte del año.

Lagos Esmeralda. Situados en el Parque Nacional de Tongariro, están rodeados por algunas de las formaciones volcánicas más impresionantes de Nueva Zelanda, lo que les confiere una sensación claramente lunar. Destacan porque los lagos Esmeralda adquieren diferentes tonalidades, como el aguamarina, el jade y el turquesa, que los hacen únicos.

Lago Taupo, en la Isla Norte del país, se formó a partir del volcán del mismo nombre. Es el de mayor superficie de toda Nueva Zelanda y es famoso por contar durante todo el año con géiseres, respiraderos de vapor y piscinas de barro. En muchas zonas del lago el agua se calienta por fuerzas geotérmicas bajo la superficie, y hay zonas de playa designadas para los nadadores. A una distancia razonable se pueden visitar las tallas maoríes de Mine Bay.