La zona central de la antigua Polonnaruva cuenta con una serie de templos medianamente conservados. En un espacio relativamente pequeño se concentran una serie de construcciones de formas y estilos muy diferentes. No cabe duda que la originalidad de esos diseños y la variedad de estilos que exponen a los ojos del viajero hacen de la visita a esta parte la experiencia más íntima durante el viaje, invistiendo los pasos del visitante de un aire de misterio.

En uno sorprende la simetría que parece inmaculada, en otro un recogimiento que hace sentir fuera de este mundo, o la belleza de las imágenes de Buda, o la orfandad de una bella escultura en otro más. Observado este complejo en su conjunto no es difícil imaginarse el ajetreo de esta plaza central en los momentos estelares de la dinastía.

Los viajeros que viajan con guía, generalmente grupos pequeños con un guía cingalés, suelen realizar dos paradas en la llamada zona ritual de la antigua ciudad de Polonnaruva, en esa zona es donde se concentra un mayor número de construcciones, la mayoría en un estado aceptable, por lo que durante las mismas se suelen visitar los edificios más interesantes de la antigua ciudad.

La zona ritual de Polannaruva

Tras unos minutos en el autobús, la segunda parada se realiza en la zona ritual. En ella se concentran una serie de monumentos religiosos que constituían el centro de la antigua ciudad. Al sur, un poco alejado de los otros edificios, se encuentra el Siva Devale, raramente visitado, que es un templo con el estilo del sur de la India en el que se mezclan estilos budistas e hinduistas, decorado en su parte exterior con motivos locales.

Vatadage o Casa de Reliquias circular.

Tal vez el edificio más bello de Polonnaruva. Es una construcción circular con un doble muro que protege un altar central. Hay cuatro puertas a los cuatro puntos cardinales y cada una acaba en la imagen de un Buda sentado que da la espalda a la stupa central. Los expertos consideran que los guardianes situados en la entrada oriental a este templo están entre las cumbres de la escultura budista en Sri Lanka.

La casa de imágenes- Thuparama.

Es un edificio originalmente construido  en ladrillo conservado casi en su totalidad. En sus paredes exteriores aún se distinguen tallas de dioses y genios. En su interior contaba con una gran estatua de Buda, hoy desaparecida, pero dado que sigue recibiendo culto, se han colocado otras estatuas budistas. La conservación de su estructura, la iluminación natural a través de aperturas practicadas en los muros, el mismo espesor de los muros, llevan al viajero a experimentar cómo se realizaba antaño la visita a estos templos.

Templo de la reliquia del diente- Hatadage.

Situado frente al Vatadage, es un edificio alargado que mide 36 m de largo y 27 de ancho. Un pórtico de piedra deja paso a una sala interior construida para proteger el sagrado diente de Buda. Hay tres estatuas de Buda de pie en su interior.

Sathmahal Prasada.

Un edificio de ladrillo de 7 pisos con forma de pagoda. En cada uno de los pisos tiene tallada una imagen de Buda en dirección a cada uno de los puntos cardinales. Desgastados por el paso del tiempo, cuando uno fija su atención en ellos presentan un conjunto impresionante.

Entre estos majestuosos edificios hay otros más pequeños o peor conservados. Como la estatua de Buda situada al oeste del templo circular, o la inscripción Galpotha, o el templo del árbol bodhi.

El complejo de estupas funerarias.

Tercera parada. Se suele realizar en el llamado complejo Alahana Parivena, una serie de gigantescas estupas funerarias construidas por el gran rey Parakrama bahu. Entre ellas destaca la llamada Rankoth Venera. Una estupa con altura de 55 m y una circunferencia de 167, es la más grande de Polonnaruva. Está rodeada por una serie de casas de imágenes y vestíbulos, en una de las primeras se distingue la ruina de una imagen del Buda tumbado de 12 m de largo. Alrededor de ella están las ruinas del hospital de los monjes, y otros edificios menores.