Los nombres coreanos consisten en un apellido de una sílaba que precede siempre a un nombre de dos sílabas. En Corea existen unos 300 apellidos, una cantidad ínfima si tenemos en cuenta que tienen que compartirlos cerca de 75 millones de personas. Los más corrientes son Kim, Yi (Lee), Pak (Park), An, Chang, Cho, Choe, Chong, Han, Kang, Yu y Yun. Alrededor del 30% de los coreanos se apellida Kim. Los siguientes apellidos más comunes son Lee (17%) y Park (6%).

Hasta el reinado de Shilla (s. VII d.C.) sólo tenían derecho a tener apellido los hombres notables de cada pueblo. Cuando esta norma se abolió, se concedió el derecho también a los criados y esclavos, quienes, en muchos casos, se pusieron el apellido de sus amos. Esta es la razón de la poca variedad de apellidos que hay en el país.

Existen unas 20 familias de Kim diferentes, y este es un dato importante, porque los Kim de la misma familia tienen prohibido por tradición y por ley casarse entre ellos. De hecho, cuando dos coreanos de diferente sexo se presentan, lo primero que suelen hacer es preguntar cuál es el apellido y explicar de qué rama o familia es. De esta forma, sabrán si, llegado el caso, podrían establecer alguna relación formal.

Los coreanos no se dirigen a nadie por el nombre, sino por el apellido, a menos que se trate de un amigo muy íntimo. Ni siquiera entre hermanos los más jóvenes se dirigen a sus mayores por el nombre, sino por onni o nuna, que significa hermana mayor, u oppa o hyong, que significa hermano mayor. La mujer coreana, cuando se casa, no adopta el apellido del esposo, pero los hijos usarán sólo el apellido paterno.

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