¿Por qué es tan importante el Bosque de Lumbini para los Budistas?

Aunque para los creyentes budistas el Buda (el iluminado) no es un dios sino una persona que muestra un camino al despertar y la liberación total representada por el Nirvana, este hecho no se debe a una casualidad histórica sino a un santo propósito comenzado hace millones de años.  Los textos budistas ven claramente la concepción y los otros eventos clave de la vida de Buda, como su nacimiento, su despertar, su primer sermón y su muerte, como eventos de importancia cósmica; y en todos ellos describen cómo la luz se esparce a través de el mundo y la tierra tiembla.

De hecho la biografía tradicional de Gautama Buda no comienza con su nacimiento, sino con lo que le precedió, con la narración de sus muchas vidas como Bodhisatta, un ser que se dedica a alcanzar «la iluminación».  Y en el arte y la literatura budista la narración de ese largo proceso, que incluye más de 500 transmigraciones, es la una de las principales bases.

Las historias budistas sostienen que hace miles de años, en una de sus vidas pasadas, Gautama fue un asceta llamado Sumedha que conoció y se inspiró en un Buda anterior, Dīpankara, y decidió esforzarse por alcanzar la Budeidad, sabiendo que ese  camino llevaría muchas vidas para completarlo. Lo importante es que cuando se convirtiera en un Buda perfecto, traería beneficios a innumerables seres al redescubrir y enseñar las eternas verdades del Dhamma en un período en el que habían sido olvidadas por la raza humana.

Siempre teniendo en mente ese propósito pasó muchas vidas, durante las que se reencarnó como humano, animal y dios, obteniendo en cada una de esas existencias los elementos morales y espirituales necesarios para alcanzar la Budeidad. Estas vidas se describen en lo que se conoce como historias de Jātaka.

La concepción de Buda  es un proceso sobrenatural. Mahāmāyā, su madre, soñó que era transportada a los Himālayas donde un auspicioso elefante blanco entró en su costado derecho. Al contarle este sueño a su marido, éste lo hizo interpretar por sesenta y cuatro Brahmanes, quienes le explicaron que su esposa había concebido un hijo con un gran destino por delante, y podría ser un compasivo Emperador Universal o un gran maestro religioso.

Cerca del final de su embarazo, Mahāmāyā viajó con su séquito desde Kapilavatthu a la casa de sus parientes para dar a luz, como era la costumbre. En el camino pasaron por la agradable arboleda de Lumbinī, donde se detuvo para disfrutar de las flores y el canto de los pájaros. Aquí se puso de parto y, agarrada a un árbol de Sāl, dio a luz de pie. En recién nacido enseguida se puso de pie, caminó siete pasos, miró en todas las direcciones, y dijo con voz noble que era el ser más importante del mundo, y que éste sería su último renacimiento.

En Lumbini se produce por tanto el acontecimiento clave de la historia del mundo, uno que se llevaba gestando desde muchas eras antes, y uno que cambia para siempre la posición del hombre sobre la tierra, pues abrirá una puerta a la liberación de la rueda de existencias y un método para alcanzar el despertar definitivo.

El nacimiento de Gautama bajo un árbol encaja con el patrón de los otros eventos clave de su vida, pues se cuenta que alcanzó el despertar bajo otro árbol, dio su primer sermón en el Parque de los ciervos y murió entre dos árboles, sugiriendo una atracción por los ambientes naturales simples donde podía estar en armonía con todas las formas de vida.

Basado en Harvey, Peter. An Introduction to Buddhism; Teachings, history, and practices. Cambridge University Press. 2013

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