El monasterio de Shwe Nadaw es uno de los más bellos ejemplos de la arquitectura birmana del siglo XIX. Situado a unos centenares de metros de la esquina nororiental del Palacio Real, fue construido en su totalidad con madera de teca. Es también conocido como el Monasterio del Palacio Dorado porque originalmente formaba parte del Palacio Dorado de Amarapura. Con el traslado de la capital a Mandalay, su gran salón se desmontó pieza por pieza y se volvió a ensamblar en el interior del Palacio Real, allí fue la residencia del rey Mindon. Tenía sus techos recubiertos de oro y las paredes decoradas con cuadros de cristal. En 1880, tras la muerte del rey, fue trasladado fuera de palacio y convertido en un monasterio. Gracias a eso sobrevivió sin daños a los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial que destruyeron el resto del palacio.

Una elegante construcción sostenida por postes de teca con un tejado que se eleva cuatro pisos, destaca por la elaborada decoración de sus techos, con cada una de las aristas finamente trabajada con pagodas en miniatura y estatuas de deidades protectoras, y sus paredes, con los marcos de las puertas y ventanas y el espacio entre ellas completamente ocupado por esculturas de madera. Si el visitante actual se queda sorprendido por tan magnífica obra de arte, debería estarlo más al imaginar que esto es sólo el esqueleto de la construcción original. Que sus revestimientos dorados han desaparecido, aunque en algunos lugares se ven aún vestigios, así como los otros elementos que decoraban sus paredes.  La visita a este monasterio puede ayudar a entender cómo eran originalmente las construcciones del Palacio Real, antes de ser destruidas por los bombardeos aliados.

El monasterio está rodeado por una  galería de madera que permite observar con detalle sus magníficas tallas. Para hacerse una idea de la complejidad del tejado el viajero tendrá que alejarse un poco más por el patio que le rodea.

El interior del monasterio, cuyas imágenes están mejor conservadas pues no han sufrido el desgaste del viento y la lluvia, está dividido en dos salas. La principal está presidida por una imagen de Buda adorado por varios espíritus nats. Todas las paredes alrededor están decoradas con imágenes de personajes míticos, bailarines, animales y flores.