Obidos, una deliciosa ciudad antigua de Portugal

A apenas una hora de Lisboa (88 km) y un poco más de Coimbra (138 km), entre las suaves llanuras que se abren hacia el norte del país, yace una de los pueblos antiguos más interesantes de Portugal. Con su muralla completa, y acondicionada para recorrerla paseando, su castillo perfectamente restaurado como una pousada, un par de antiguas iglesias coquetas y unas callejuelas preñadas de blancas casas que comunican todas estas dependencias, Obidos permite al viajero, especialmente si se visita por la mañana temprano, o en épocas de temporada baja, disfrutar de la belleza y el ritmo de vida de los tiempos antiguos.

Situada en la cima de una montaña, y rodeada completamente por su muralla, Obidos presenta al visitante, impresionantes vistas de  los campos que le rodean. Es por ello que, dado el tamaño de la ciudad, yo recomendaría realizar una circunvalación de la misma desde la muralla antes de perderse en el encanto de las callejuelas de estilo medieval que forman el corazón de Obidos.

Dicen que su nombre evolucionó del término latino «Oppidum», nombre del principal asentamiento de cualquier área administrativa de la Antigua Roma. Pero que el lugar ya estuvo habitado por los lusitanos hasta la llegada de los romanos. Y que ellos fueron los que construyeron el primer castillo sobre esa loma que domina el horizonte, precisamente para defenderse de los ataques romanos. La fortaleza creció durante la dominación musulmana, cuando se construyó una muralla alrededor del asentamiento y fortificaron el puesto romano, convirtiéndolo en un castillo. En 1148, el primer rey de Portugal Afonso Henriques, la conquistó la conquistó para su reino. Tal vez por su belleza, a lo largo de la historia, Obidos formó parte de la dote de varias reinas portuguesas, como la reina Catalina, que construiría el acueducto de la ciudad. Hoy en día, su población, de poco más de 2000 personas, señala que ya es solo el principal asentamiento de una pequeña región agrícola.

Las visitas imprescindibles deben incluir:

Castillo de Óbidos

Considerado una de las 7 Maravillas Arquitectónicas de Portugal, está situado en un acantilado. A lo largo de su larga historia sufrió varias reparaciones y fortificaciones, mezclando arquitectura románica, gótica, manuelina y barroca, además de algunas características moriscas. Hoy en día, completamente restaurado, es uno de los más bellos castillos abiertos al público. En su parte posterior, ya fuera de la muralla, se suele montar el Mercado Medieval, desde donde se tienen las mejores vistas del Castillo.

Las murallas de la ciudad. Cuentan con un  perímetro es de 1.565 metros, totalmente rodeado por un camino de ronda en un lado y una almena en el otro. Estaban defendidas por algunas torres que se pueden ver en toda la ciudad. Se puede caminar por las murallas, a las que se accede desde 3 escaleras.

La Puerta de la Villa es la entrada principal al interior de la ciudad amurallada. Fue construida en 1380 y está adornada con los hermosos «azulejos» portugueses, con un grabado dedicado a la Virgen María, debido a su protección en la Restauración de la Independencia, en 1640. En el interior de la Puerta, se encuentra una pequeña capilla a Nuestra Señora de la Merced, patrona de la ciudad.

La Rua Direita es la vía principal de la ciudad, que conecta la Puerta de la Villa con el Castillo, en lados opuestos de la misma. Toda ella es una calle empedrada, pero la mayoría de sus edificios son tiendas de souvenirs y restaurantes, por lo que solo debe ser el eje desde el que explorar las pequeñas calles con encanto.

En las afueras de la Ciudad Amurallada, podrá ver el Acueducto de Óbidos desde la torre más alta de la muralla. Construido en 1573 por la reina Catalina, tiene una longitud de unos 3 km y servía para abastecer de agua a dos fuentes de la ciudad. El que decida explorar la zona cercana, puede visitar el pueblo pesquero de Peniche y Nazaré, donde existen las olas más altas del mundo, las increíbles playas de Lagoa de Óbidos, o puede ver la mayor colección de estatuas de Buda de Europa, en el Jardín del Edén de Buda, en Bombarral.

Para llegar. El que no vaya en vehículo propio será mejor que tome el autobús desde Lisboa, que sólo tarda una hora, pues el tren tarda unas 2:30h desde Lisboa y la estación está a 1km del centro histórico de la ciudad. En la ciudad antigua, y al exterior de las murallas, hay una amplia selección de hoteles y restaurantes. Entre los primeros, la experiencia más recomendable, para el que pueda permitírselo, es alojarse en la pausada del castillo.